jueves, 5 de noviembre de 2009

UN CUMPLE MUY ESPECIAL

Déjame que te recuerde la historia de MARÍA RAFOLS:

Érase una vez un Cura que se llamaba Juan Bonal que se encontró con una joven llamada María Ràfols, ella era de Vilafranca del Penedès,
había nacido allí un 5 de noviembre de 1781.
Se encontró con este cura porque iba de voluntaria al Hospital de la Santa Cruz de Barcelona. Cuando pasó un tiempo, a ella y a otras hermanas y hermanos, Mosen Juan Bonal les dijo que en Zaragoza necesitaban mucha gente joven para ayudar en hospitales. Pero no sólo ayudaban a la gente, también rezaban mucho, eran muy, pero que muy amigos de Dios. Y Él, que siempre quiere lo mejor para todos, les ayudó mucho para que cuidasen de corazón a todos los enfermos, los niños que no tenían familia… y a los que cada día se encontraban… Así de sencilla es esta historia.

Y todo ello, os garantizo que no fue fácil. María vive a Dios desde el Don de la Hospitalidad. ¿Sabes qué es esto? Déjame que te lo explique:

Humildad.- Es saber estar. Asumir los trabajos más grandes con sencillez, con elegancia, sin grandes aspavientos, sin hacernos notar. Es vivir los trabajos más pequeños con dedicación, minuciosidad, con respeto... Ser humilde es HOSPITALIDAD

Osadía.- Es no tener miedo. Es ofrecerte al otro con el corazón abierto, dispuesto, entregado... Es saber que la misión encomendada entraña riesgos y que, mirándolos cara a cara, nos sentimos con ventaja... Ser osado es HOSPITALIDAD

Servicio.- Es atender, prestar los oídos a los problemas ajenos. Saber escuchar, saber ayudar, ser consciente de que el otro me necesita y que no debo escuchar a la pereza cuando me levanto para echar una mano en el mundo. Servir es HOSPITALIDAD.

Perdón.- Es buscar en lo más profundo de nuestro corazón y e intentar encontrar razones reales, para querer a los demás como hermanos. Es ser capaz de olvidar nuestros rencores, nuestras diferencias... Perdonar es HOSPITALIDAD.

Ilusión.- Es reflejar en nuestro rostro que la vida vale la pena, si la vives para los demás. Es soñar y no tener miedo a despertar. Saber que quieres estar para todos. Es saber que sonreír es la mejor forma de contribuir al mundo. Tener ilusión es HOSPITALIDAD.

Ternura.- Es acercarte al otro con cariño, con dulzura. Tratar al mundo con amor, con delicadeza... Saber que las personas necesitamos que nos mimen, que somos frágiles... Ser tierno es HOSPITALIDAD.

Amor.- Es vivir para el otro. Asumir que cuando se puede hacer algo, hay que hacerlo, y pronto, y que cuando no se puede hacer nada siempre se puede amar. Amar es HOSPITALIDAD.

Libertad.- Es luchar por la libertad, por el respeto que ser persona implica. Es tomar decisiones por uno mismo. Es no coartar, ni perseguir, no sentirse coartado ni perseguido. Ser libre es HOSPITALIDAD.

Imaginación.- Es buscar la manera de ver en la vida un abanico de posibilidades. Es saber que todo puede cambiar. Es saber poner color en la noche, descubrir que toda nube gris tiene un borde plateado. Imaginar es HOSPITALIDAD.

Donación.- Es entrega, darse a los demás. Encontrar la forma de ser útil en una misión. No se trata de dar dinero. La mejor entrega es la de uno mismo. Abrir las manos y dejar caer, sin pensar, lo que las colma. Donar es HOSPITALIDAD.

Acogida.- Es saber extender los brazos. Ofrecer al otro un lugar tranquilo donde reposar. Decir desde el corazón: “Este es tu hogar”, sin preguntas, sin prejuicios, libre de intereses. Acoger es HOSPITALIDAD.

Don de Dios.- Es ver al otro como un regalo que Dios ha puesto en nuestras vida. Sabernos afortunados de que no estamos solos, entender que los demás nos plantean retos y nos ofrecen la posibilidad de sentirnos a gusto con nosotros mismos. Ver en al otro como un Don de Dios es Hospitalidad.

María Rafols nos enseña el significado de la HOSPITALIDAD, como un ventanuco abierto al Amor.